Las razones de la renuncia del secretario de Gobierno

El pasado 7 de febrero presentó su renuncia el secretario de Gobierno Jesús Casas. En diálogo con Desarrollo Zonal explicó las razones que lo impulsaron a tomar la decisión.
Tal como describiera en la carta presentada ante el intendente Jorge Murabito, el principal motivo fueron las diferencias existentes en los últimos meses, en relación a aspectos conceptuales que involucran el manejo de la gestión.
En este sentido, autocalificó como «un acto de honestidad de proceder» la decisión de dar un paso al costado. «El intendente es el único funcionario que tiene que estar hasta el último segundo de su mandato, porque es el único elegido por el pueblo del Poder Ejecutivo. Nosotros somos funcionarios elegidos por él y, por lo tanto, si hay una persona que no esté de acuerdo con la política y lineamientos del intendente, tiene que dar un paso al costado», consideró el ex funcionario de la gestión Murabito.
Al preguntársele si podría enumerar algunas de las diferencias conceptuales que motivaron su renuncia, indicó que durante su actividad al cargo de la cartera de Gobierno, no compartió la prioridad de gastos establecida. Por el contrario, dedicó gran parte del tiempo a gestionar los pagos de los conceptos que la municipalidad cobra a través de su tasa, esto es, Tasas Sanitarias (salud), FONDEPRO (policía, bomberos, ACI), y FAE (educación). «Yo prefiero que se salde estas deudas antes de otros gastos que hubiese preferido que no se lleven a cabo», expresó.
Un segundo problema constituyó la conformación del organigrama, con secretarías que tienen a disposición hasta tres subsecretarios y otras que no cuentan con ninguno, como es la Secretaría de Hacienda. En su caso, no disponía de un subsecretario de Gobierno, sí con uno de Prevención y Seguridad Ciudadana, creado en conjunto con el intendente durante sus meses de gestión. La consecuencia de este organigrama crea un desbalance en las carteras municipales, donde la gestión fortalecía algunas dependencias en detrimento de otras.
Otro de los temas que citó fue la falta de diálogo y consenso entre los diferentes actores de Villa Gdor. Gálvez. Para Jesús Casas «lamentablemente, en la ciudad los diálogos están cortados en todos lados, esto ocasiona que los grandes proyectos para la ciudad no se aprueben; esto no solo es responsabilidad del Ejecutivo, lo que sí pedí siempre es una fuerte autocrítica».
Como contracara, en su cartera intentó «construir puentes de confianza», aquellos que el propio Murabito pronunciara en reiteradas oportunidades en sus discursos. «Desde la secretaría de Gobierno creo que los construí: con el personal de planta permanente, el sindicato, la policía, la oposición, con otros sectores del Frente Progresista, la Comisión de Apoyo a la Seguridad, vecinales y otras instituciones.», analizó.
Precisamente, de sus meses de gestión, desea ser reconocido por ese diálogo «abierto y transparente» –tal como lo calificó él– con todos los sectores, a la vez que resaltó la austeridad que distinguió a la Secretaría de Gobierno.
«Cuando uno se va deja huellas. A mí me gustaría que reconozcan que se puede ser austero y ser también eficaz», dijo, y agregó como ejemplo: «La Secretaría de Gobierno sacó cero viáticos en mi gestión, no tuvo personal de gabinete sino personal de planta, y nunca usó un vehículo oficial, entre otras cosas»; paralelamente se cumplieron todos los objetivos trazados al inicio de la gestión.

Del entusiasmo al desgaste
«Me sentí muy respaldado al principio por el intendente y trabajé muy entusiasmado», evaluó el ex secretario, pero esa exaltación fue desapareciendo paulatinamente.
Casas comenta que tras tomar el cargo, él participaba en la mesa con Murabito para delinear políticas de gestión. Sin embargo, en los últimos meses, ya no participaba más de esas mesas, lo que fue afectando la relación. «Cada decisión que se tomaba, las recibía, y en algunas estaba de acuerdo y en otras no», relató.
También dijo que quiere agradecer profundamente al personal de planta permanente (donde se apoyó en gran medida), al sindicato municipal; a la policía local, a las instituciones de la ciudad y especialmente a la Comisión de Apoyo a la Seguridad.
No compartir el manejo conceptual de la gestión motivó la redacción de su renuncia ya en el mes de diciembre, la que no presentó por un piquete ubicado en la ruta. «No lo podía dejar sólo», argumentó.
Más tarde, la fecha estipulada era el 3 de enero, pero en aquella oportunidad la máxima autoridad municipal le comunicó que se iría de vacaciones, por lo que consideró inapropiado renunciar con el intendente fuera de la ciudad.
Ya normalizado el funcionamiento de la municipalidad y con Murabito de regreso, Casas decidió alejarse del gobierno, sin terminar en malas relaciones con el intendente. De acuerdo a sus declaraciones, sus motivaciones son exclusivamente de gestión.
Posteriormente a su renuncia recibió varios ofrecimientos para seguir trabajando en política que al cierre de esta nota se encuentra evaluando.
Por último agradece públicamente al Intendente por confiar en él para tan importante Secretaría y le desea mucha suerte en la enorme tarea que afronta para bien de la ciudad. «Pensar distinto no es sinónimo de rivalidad, esa es la madurez que todos tenemos que alcanzar», finaliza diciendo el ex funcionario.

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