Los vecinos autoconvocados de barrio Saladillo de Rosario, con el actual apoyo de sus pares de Villa Gdor. Gálvez, participaron el 23 de febrero de una jornada-debate en el Concejo Municipal de Rosario, para solicitar el apoyo de ese cuerpo y prevenir la desaparición de la cascada del arroyo que une a ambas ciudades.
El gobierno provincial pretende llevar a cabo una obra de infraestructura sobre la mencionada cascada para detener su erosión, que convertirá este salto natural en un vertedero de hormigón armado con forma curva a 38 grados.
En oposición a este proyecto, los vecinos de Rosario, primero, y Villa Gdor. Gálvez, más tarde, se autoconvocaron para pedir el cambio de proyecto, por uno que sí detenga la erosión pero que a la vez preserve el accidente geográfico.
Al no encontrar respuestas por parte de las autoridades de Santa Fe, los vecinos se presentaron ante la justicia y consiguieron la suspensión momentánea de la adjudicación de la licitación internacional de la obra por parte de la jueza Paula Sansó, según recurso amparado en la Ley 10.000 de Intereses Difusos.
El paso más reciente fue el pedido de reunión en el Concejo de Rosario, que permitió avanzar un paso muy importante con la aprobación del día 24 de febrero, donde el cuerpo deliberativo expresa su adhesión al reclamo de los vecinos, envía una nota al Poder Judicial para «una pronta resolución sobre la demanda de amparo incoada» y solicita al Departamento Ejecutivo que realice las gestiones ante el gobierno provincial para que «se abstenga de continuar con la licitación, adjudicación y/o realización de obras sobre el lecho de las cascadas del arroyo Saladillo, hasta tanto se expida la justicia sobre la demanda de amparo incoada por los vecinos y vecinas».
Asimismo, los ediles rosarinos solicitarán a la Legislatura provincial el trabajo conjunto para abordar la problemática de las cascadas.
Un espacio de expresión para los vecinos
Para los vecinos, la apertura del Concejo significó el resarcimiento de «un error que fue que la provincia no convocara a una audiencia pública», así lo hizo saber el director de la Casa de la Cultura Arijón, Armando Durá, a los ediles presentes.
La reunión fue presidida por los vicepresidentes primero y segundo del Concejo, Norma López y Jorge Boasso, respectivamente.
Participaron además los concejales Héctor Cavallero, Alfredo Curi, Diego Giuliano, Oscar Greppi, Arturo Gandolla, María Eugenia Bielsa, Alberto Cortés, y Aldo Gómez. También concurrieron el diputado provincial Pablo Javkin, y los ex ediles Osvaldo Ortolani y Pedro Retamozo.
Junto a los vecinos autoconvocados de Rosario, asistieron en apoyo a la preservación de la cascada, ciudadanos de Villa Gdor. Gálvez y barrio Ludueña, representantes del Proyecto Gota a Gota de Scouts Argentina, asociaciones de comerciantes, profesionales de diversas materias y vecinalistas de las ciudades afectadas.
Durante el encuentro, se abrió una lista de oradores con participación de vecinos y ediles. El arquitecto Juan Carlos Sarrabayrouse, quien disertó días previos en Villa Gdor. Gálvez, aludió a la necesidad de «un plan coherente y planificado integralmente».
Indicó que con las obras que se proyectan «además de alterar el microclima, se rompe el paisaje» y mencionó que «hay soluciones» que no alteran las cascadas tal como ha sucedido en África, Italia y en la provincia de Catamarca. Explicó que tal solución consistiría en la colocación de «gaviones», que «son canastos que se llenan con piedras» y se instalan para evitar la erosión. Esto implicaría un presupuesto por debajo del anunciado por la provincia.
En una muy emotiva intervención Raúl Cerliani, de Villa Gobernador Gálvez, aludió al patrimonio natural de la zona, como las 52 especies de pájaros, o la forestación autóctona. Con esos argumentos planteó la constitución de una comisión conjunta entre la provincia, ambas municipalidades –Rosario y Villa Goberrnador Gálvez– y los vecinos para trabajar en el tema, propuesta que fue recibida con buena aceptación por parte del Concejo rosarino.
En tanto, la Arq. Mirta Fuentes, especialista en medio ambiente, resaltó la necesidad de la preservación del patrimonio y sostuvo que de concretarse la obra anunciada «desaparecerá el último símbolo del patrimonio» del Saladillo.
Aludió también a la belleza en las obras y en tal sentido citó a los especialistas internacionales Oscar Niemeyer y Nicolás García Uriburu. El primero dice que las obras de ingeniería deben seguir criterios que tengan en cuenta los rasgos estilísticos y decorativos más sobresalientes, la función y el contexto (la relación con el entorno o el medio ambiente).
«Con respecto al proyecto de la provincia, no hay duda que los aspectos decorativos y estilísticos no son relevantes. Pueden cumplir la función de detener la erosión, pero no preservan el medio ambiente o el entorno de su aplicación. Es un parque regional, un área que representa la identidad y el patrimonio de la comunidad, con una cascada única en el Pago de Los Arroyos», manifestó la especialista en medio ambiente.
El abogado Jorge López Mirosevich, explicó que «los vecinos están todos absolutamente contestes que la obra es necesaria, pero no es necesario hacerlo de esa forma». Manifestó además que la provincia está violando la Ley Nº 11.717 de Medio Ambiente y Desarrollo Sustentable de la provincia de Santa Fe, que ordena la obligatoriedad de la Audiencia Pública, instancia que nunca fue cumplimentada.
También inflige la ley 25.675 por la falta del seguro ambiental obligatorio, y porque los estudios de impacto ambiental –aprobados recién el 17 de enero de 2011, luego de la apertura de sobres de la licitación– no incluyen los daños que se ocasionarán sobre el patrimonio natural, histórico y cultural de la población afectada.
La paradoja, según el abogado, está en que Argentina adhiere a tratados y normas internacionales que establecen la necesidad de preservar el patrimonio natural. Pero los estudios de impacto ambiental no mencionan palabra alguna sobre el patrimonio natural, paleontológico u arqueológico presente en el parque, aunque sí citan estos acuerdos.
Tras finalizar la larga reunión de más de 3 horas de duración, los concejales rosarinos comprendieron que los vecinos no se oponen a la detención de la cascada, sino a la obra en sí que pretende realizar la provincia.
El pedido es rever los proyectos anteriores que sí preservan este salto natural a la vez que detienen su corrimiento.
Comenzó la movida en Villa Gdor. Gálvez
El 18 de febrero la vecinal «11 de Junio» de barrio Ibarra, abrió sus puertas al debate sobre la Cascada del arroyo Saladillo. Participaron vecinales y particulares de Villa Gdor. Gálvez, con la invitación especial de los autoconvocados de barrio Saladillo de Rosario. Durante el encuentro expuso el Arq. Juan Carlos Sarrabayrouse.
El gobierno provincial pretende llevar a cabo una obra de infraestructura sobre la mencionada cascada para detener su erosión, que convertirá este salto natural en un vertedero de hormigón armado con forma curva a 38 grados.
En oposición a este proyecto, los vecinos de Rosario, primero, y Villa Gdor. Gálvez, más tarde, se autoconvocaron para pedir el cambio de proyecto, por uno que sí detenga la erosión pero que a la vez preserve el accidente geográfico.
Al no encontrar respuestas por parte de las autoridades de Santa Fe, los vecinos se presentaron ante la justicia y consiguieron la suspensión momentánea de la adjudicación de la licitación internacional de la obra por parte de la jueza Paula Sansó, según recurso amparado en la Ley 10.000 de Intereses Difusos.
El paso más reciente fue el pedido de reunión en el Concejo de Rosario, que permitió avanzar un paso muy importante con la aprobación del día 24 de febrero, donde el cuerpo deliberativo expresa su adhesión al reclamo de los vecinos, envía una nota al Poder Judicial para «una pronta resolución sobre la demanda de amparo incoada» y solicita al Departamento Ejecutivo que realice las gestiones ante el gobierno provincial para que «se abstenga de continuar con la licitación, adjudicación y/o realización de obras sobre el lecho de las cascadas del arroyo Saladillo, hasta tanto se expida la justicia sobre la demanda de amparo incoada por los vecinos y vecinas».
Asimismo, los ediles rosarinos solicitarán a la Legislatura provincial el trabajo conjunto para abordar la problemática de las cascadas.
Un espacio de expresión para los vecinos
Para los vecinos, la apertura del Concejo significó el resarcimiento de «un error que fue que la provincia no convocara a una audiencia pública», así lo hizo saber el director de la Casa de la Cultura Arijón, Armando Durá, a los ediles presentes.
La reunión fue presidida por los vicepresidentes primero y segundo del Concejo, Norma López y Jorge Boasso, respectivamente.
Participaron además los concejales Héctor Cavallero, Alfredo Curi, Diego Giuliano, Oscar Greppi, Arturo Gandolla, María Eugenia Bielsa, Alberto Cortés, y Aldo Gómez. También concurrieron el diputado provincial Pablo Javkin, y los ex ediles Osvaldo Ortolani y Pedro Retamozo.
Junto a los vecinos autoconvocados de Rosario, asistieron en apoyo a la preservación de la cascada, ciudadanos de Villa Gdor. Gálvez y barrio Ludueña, representantes del Proyecto Gota a Gota de Scouts Argentina, asociaciones de comerciantes, profesionales de diversas materias y vecinalistas de las ciudades afectadas.
Durante el encuentro, se abrió una lista de oradores con participación de vecinos y ediles. El arquitecto Juan Carlos Sarrabayrouse, quien disertó días previos en Villa Gdor. Gálvez, aludió a la necesidad de «un plan coherente y planificado integralmente».
Indicó que con las obras que se proyectan «además de alterar el microclima, se rompe el paisaje» y mencionó que «hay soluciones» que no alteran las cascadas tal como ha sucedido en África, Italia y en la provincia de Catamarca. Explicó que tal solución consistiría en la colocación de «gaviones», que «son canastos que se llenan con piedras» y se instalan para evitar la erosión. Esto implicaría un presupuesto por debajo del anunciado por la provincia.
En una muy emotiva intervención Raúl Cerliani, de Villa Gobernador Gálvez, aludió al patrimonio natural de la zona, como las 52 especies de pájaros, o la forestación autóctona. Con esos argumentos planteó la constitución de una comisión conjunta entre la provincia, ambas municipalidades –Rosario y Villa Goberrnador Gálvez– y los vecinos para trabajar en el tema, propuesta que fue recibida con buena aceptación por parte del Concejo rosarino.
En tanto, la Arq. Mirta Fuentes, especialista en medio ambiente, resaltó la necesidad de la preservación del patrimonio y sostuvo que de concretarse la obra anunciada «desaparecerá el último símbolo del patrimonio» del Saladillo.
Aludió también a la belleza en las obras y en tal sentido citó a los especialistas internacionales Oscar Niemeyer y Nicolás García Uriburu. El primero dice que las obras de ingeniería deben seguir criterios que tengan en cuenta los rasgos estilísticos y decorativos más sobresalientes, la función y el contexto (la relación con el entorno o el medio ambiente).
«Con respecto al proyecto de la provincia, no hay duda que los aspectos decorativos y estilísticos no son relevantes. Pueden cumplir la función de detener la erosión, pero no preservan el medio ambiente o el entorno de su aplicación. Es un parque regional, un área que representa la identidad y el patrimonio de la comunidad, con una cascada única en el Pago de Los Arroyos», manifestó la especialista en medio ambiente.
El abogado Jorge López Mirosevich, explicó que «los vecinos están todos absolutamente contestes que la obra es necesaria, pero no es necesario hacerlo de esa forma». Manifestó además que la provincia está violando la Ley Nº 11.717 de Medio Ambiente y Desarrollo Sustentable de la provincia de Santa Fe, que ordena la obligatoriedad de la Audiencia Pública, instancia que nunca fue cumplimentada.
También inflige la ley 25.675 por la falta del seguro ambiental obligatorio, y porque los estudios de impacto ambiental –aprobados recién el 17 de enero de 2011, luego de la apertura de sobres de la licitación– no incluyen los daños que se ocasionarán sobre el patrimonio natural, histórico y cultural de la población afectada.
La paradoja, según el abogado, está en que Argentina adhiere a tratados y normas internacionales que establecen la necesidad de preservar el patrimonio natural. Pero los estudios de impacto ambiental no mencionan palabra alguna sobre el patrimonio natural, paleontológico u arqueológico presente en el parque, aunque sí citan estos acuerdos.
Tras finalizar la larga reunión de más de 3 horas de duración, los concejales rosarinos comprendieron que los vecinos no se oponen a la detención de la cascada, sino a la obra en sí que pretende realizar la provincia.
El pedido es rever los proyectos anteriores que sí preservan este salto natural a la vez que detienen su corrimiento.
Comenzó la movida en Villa Gdor. Gálvez
El 18 de febrero la vecinal «11 de Junio» de barrio Ibarra, abrió sus puertas al debate sobre la Cascada del arroyo Saladillo. Participaron vecinales y particulares de Villa Gdor. Gálvez, con la invitación especial de los autoconvocados de barrio Saladillo de Rosario. Durante el encuentro expuso el Arq. Juan Carlos Sarrabayrouse.
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