Murabito y Lifschitz asumieron la responsabilidad de recuperar el Saladillo

El lunes 1º de noviembre, en el Centro de Innovación Municipal, se celebró la firma de convenio de asistencia recíproca entre los municipios de Villa Gdor. Gálvez y Rosario, para promover el mejoramiento de la calidad ambiental del arroyo Saladillo.
El acuerdo establecido entre los intendentes Jorge Murabito y Miguel Lifschitz implica una planificación y ordenamiento territorial a mediano y largo plazo, desde donde se pretende identificar problemas, elaborar diagnósticos y delinear expectativas de proyectos compartidos por ambos municipios.
Junto a los máximos mandatarios, presidieron el acto los secretarios de Gobierno, Jesús Casas (Villa Gdor. Gálvez) y Fernando Asegurado (Rosario); la secretaria de Planeamiento de la vecina ciudad, Mirta Levin; y el secretario de Obras Públicas local Fabián Nallino.
Acompañaron con su presencia, el diputado provincial Juan Carlos Zabalza, el secretario de Medio Ambiente provincial César Mackler, el coordinador de Gabinete de Rosario José Garibay; y la vicepresidente de ASSA Marisa Mottura.
La presencia de las autoridades de los diferentes estamentos y reparticiones señalaba la voluntad política asumida tanto por la provincia como por los dos municipios, para llevar adelante este emblemático emprendimiento que conlleva un plan interjuridiccional, al que se suma la Universidad Nacional de Rosario con investigaciones sobre el área.
Se trata de una «experiencia inédita para el área metropolitana», calificó Levin, tras explicar los alcances de este proyecto que incluirá el desarrollo de acciones conjuntas durante un plazo aproximado de 10 a 15 años.
«La finalidad es la replanificación de todos los sectores que están en estas márgenes del arroyo, tratando de elaborar un plan de calidad ambiental, que transformen el espacio en un único parque y no en dos fracciones divididas por un curso de agua», explicó la secretaria de Planificación de Rosario.
«La consideración de las áreas de bosques como áreas de protección ecológica y ambiental, el desarrollo de acciones de saneamiento en el curso de los arroyos, la gestión de reserva de suelo para futuras transformaciones, la conformación de un sistemas de parques metropolitanos, la regulación de los usos del suelo en estos bordes, y la concertación con los propietarios para el ordenamiento urbano del sector», fueron algunas de las propuestas anunciadas por Levin.
A su turno, el intendente de Rosario aseguró que comparte con su par de Villa Gdor. Gálvez la convicción de pensar políticas a mediano y largo plazo, con el objetivo de generar mejores condiciones de vida para los vecinos que tienen menos recursos, y necesitan de estos espacios para el esparcimiento.
La idea es recuperar el esplendor del arroyo, y para ello el compromiso asumido es pensar con visión de futuro, «porque el futuro se imagina hoy, pero también se empieza a construir hoy», aseguró Lifschitz.

El proyecto en Villa Gdor. Gálvez
Las arquitectas Claudia Lambertucci, Florencia Massetto y Guadalupe Sánchez, con el acompañamiento del intendente Murabito, delinearon el proyecto para mejorar la orilla sur del arroyo Saladillo.
Sobre este margen, la propuesta es sectorizar los diferentes espacios y trabajar con los recursos naturales, como la cascada y la reserva natural, incluyendo equipamientos que sean necesarios para el parque.
Se incluirá también emprendimientos productivos, huertas comunitarias, y actividades recreativas y deportivas.
En la desembocadura del Saladillo, el desafío es sumar a la empresa Swift para transformar sectores subutilizados y convertirlos en un mercado con apertura pública. Incluir en la zona plazas y actividades náuticas, para recuperar este balcón al río.
Asimismo, la propuesta prevé crear un espacio para que el club Coronel Aguirre amplíe sus instalaciones –que también serán utilizadas por el municipio–, emplazar un kartódromo y un picódromo, recuperar el edificio histórico de la estación Coronel Aguirre y parquizar la zona, destinar un área para la radicación de pequeñas y medianas empresas y de cooperativas en las que se organicen los vecinos para el reciclado de residuos, y otro espacio para la generación de huertas.
El mayor desafío es recuperar el área del actual vertedero municipal, adaptándolo a las normativas sanitarias vigentes.
En este sentido, Murabito destacó la importancia de la firma del convenio, pero alegó la necesidad de que el poder legislativo trate la modificación del basural. «Nosotros firmamos este convenio, pero para que esos proyectos se puedan ejecutar y desarrollar necesitamos el apoyo, el debate y la construcción colectiva. El poder legislativo representado por el Concejo Deliberante local, es muy importante para que estos proyectos se puedan desarrollar», aseguró el máximo mandatario municipal».

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