El cierre de la Expo fue con un gran recital a cargo de la prestigiosa cantante argentina Patricia Sosa, quien brindó un show de más de 45 minutos y contagió a todos con su música.La artista se hizo un tiempo para una entrevista en la que contó, en primer lugar, una breve reseña acerca de su experiencia solidaria en Chaco, donde viaja periódicamente desde ya hace varios años. «La fundación está muy bien -explicó-, en este momento estamos organizando nuestro noveno viaje y ya tenemos gente trabajando allá con un microemprendimiento». Lo que resaltó del objetivo de su entidad benéfica, es el intento por instalar la cultura del trabajo. «Cuesta mucho, pero vamos por el buen camino», dijo.
Por otro lado, habló de su labor profesional y comentó que está grabando un nuevo disco titulado «Desde la torre», en homenaje a la banda que supo integrar en los años 80’. Tiene 16 canciones de «Rock puro», lo que requiere mayor entrenamiento de su voz, porque asegura que perdió la costumbre de cantar esos tonos. El lanzamiento está planeado para abril de 2011.
Por otra parte, una de las características que distingue a la cantante es el acompañamiento de algunas canciones con lenguaje de señas. El tema más reconocido es «Aprender a volar», que cantó durante el cierre con la interpretación de una nena llamada Mariana, de la ciudad, con capacidades diferentes. La pequeña le había entregado una flor con una carta, solicitando cantar con ella, a lo que Patricia Sosa accedió sin dudar.
Con respecto a esta particularidad que la distingue de otros músicos, no descartó la posibilidad de que en su próximo disco incorpore un tema con esta modalidad, porque «es una manera de integrar»; hubo ocasiones en las que llegó a hacer mediante el lenguaje de señas las estrofas del himno Nacional argentino.
A la hora de reflexionar sobre su vida, Sosa opinó que «el sentido de la vida es el hecho de no alejarse de los afectos». «Pensé que el destino estaba escrito, pero me di cuenta que no es así, hay muchos caminos para elegir», remató.
Su espectáculo tuvo un cierre a la altura de las circunstancias, ya que el broche de oro fue un espectacular show de fuegos artificiales que iluminaron el cielo por largos minutos. Sin duda, para no olvidar.
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