Contrariamente a las creencias instaladas, los mayores desafíos en las empresas familiares surgen en la misma generación y no entre generaciones distintas, ya que por lo general, en el primer caso, terminan con la disolución irremediable entre cónyuges, hermanos o primos. En todos los casos sin embargo, existen caminos de solución.
Los problemas entre cónyuges son los más comunes ya que terminan por confundirse los roles de accionista (propietario), director y ejecutor. Estos roles están presentes en la esencia misma del empresario/empresaria.
Los cónyuges, ambos dueños, son accionistas y ejecutores respectivamente. Si no trabajaran en el negocio, por lógica, no existirían conflictos por la empresa.
Sin embargo, no siempre comparten el modo de dirigirla. Se requiere claridad a la hora de tomar decisiones para quién no la dirige. Es importante identificar y separar las funciones claves del negocio para poder tomar decisiones con jerarquía.
Las mayores diferencias surgen en estos casos porque quién está dirigiendo la empresa, sea hombre o mujer, no ve necesario cuantificar la gestión, y para quién cumple el rol de accionista, es imprescindible conocer el funcionamiento a través de indicadores representativos que demuestren la evolución de la empresa.
Otro ejemplo de conflicto es el que surge entre hermanos o primos cuando ellos heredan la empresa y no cuando la han creado juntos eligiendo compartir esa sociedad.
Los padres, en el afán de evitar diferencias entre los hijos en lugar de librar nuevas oportunidades, en ocasiones, terminan generando ellos mismos un problema que atenta contra la empresa en primer lugar, para luego afectar el preciado patrimonio que pretendían transferir.
En definitiva, es aconsejable reparar en una ingeniería que se conforma de cuatro pasos:
1. Predecir comportamientos entre los hijos o primos que repercutirán en el futuro.
2. Establecer participaciones societarias diferentes y distribuciones patrimoniales igualitarias
3. Crear escenarios para que los hijos o hijas que lideren a futuro, tengan la oportunidad de pasar de un rol más «optimizador» a uno más «desarrollador del negocio»
4. Trabajar con una visión más compartida entre los mayores y los más jóvenes sabiendo que la empresa futura será diferente a la que actualmente existe
Ser o pertenecer a la «familia empresaria» es una ventaja que posibilita la continuidad del negocio pero para que sea una verdadera oportunidad, debemos construir el camino para ese futuro.
Datos del especialista
El consultor especialista en Pymes, José María Quirós, participará del Tour Pyme, Conferencias 2010 el viernes 6 de agosto en el Centro de Convenciones del City Center Rosario. El tema que desarrollará será «Claves para gestionar la empresa familiar». Para informes e inscripción: 0810-888-1010 o www.pymevision.com.ar
Los problemas entre cónyuges son los más comunes ya que terminan por confundirse los roles de accionista (propietario), director y ejecutor. Estos roles están presentes en la esencia misma del empresario/empresaria.
Los cónyuges, ambos dueños, son accionistas y ejecutores respectivamente. Si no trabajaran en el negocio, por lógica, no existirían conflictos por la empresa.
Sin embargo, no siempre comparten el modo de dirigirla. Se requiere claridad a la hora de tomar decisiones para quién no la dirige. Es importante identificar y separar las funciones claves del negocio para poder tomar decisiones con jerarquía.
Las mayores diferencias surgen en estos casos porque quién está dirigiendo la empresa, sea hombre o mujer, no ve necesario cuantificar la gestión, y para quién cumple el rol de accionista, es imprescindible conocer el funcionamiento a través de indicadores representativos que demuestren la evolución de la empresa.
Otro ejemplo de conflicto es el que surge entre hermanos o primos cuando ellos heredan la empresa y no cuando la han creado juntos eligiendo compartir esa sociedad.
Los padres, en el afán de evitar diferencias entre los hijos en lugar de librar nuevas oportunidades, en ocasiones, terminan generando ellos mismos un problema que atenta contra la empresa en primer lugar, para luego afectar el preciado patrimonio que pretendían transferir.
En definitiva, es aconsejable reparar en una ingeniería que se conforma de cuatro pasos:
1. Predecir comportamientos entre los hijos o primos que repercutirán en el futuro.
2. Establecer participaciones societarias diferentes y distribuciones patrimoniales igualitarias
3. Crear escenarios para que los hijos o hijas que lideren a futuro, tengan la oportunidad de pasar de un rol más «optimizador» a uno más «desarrollador del negocio»
4. Trabajar con una visión más compartida entre los mayores y los más jóvenes sabiendo que la empresa futura será diferente a la que actualmente existe
Ser o pertenecer a la «familia empresaria» es una ventaja que posibilita la continuidad del negocio pero para que sea una verdadera oportunidad, debemos construir el camino para ese futuro.
Datos del especialista
El consultor especialista en Pymes, José María Quirós, participará del Tour Pyme, Conferencias 2010 el viernes 6 de agosto en el Centro de Convenciones del City Center Rosario. El tema que desarrollará será «Claves para gestionar la empresa familiar». Para informes e inscripción: 0810-888-1010 o www.pymevision.com.ar
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