Campaña Solidaria para ayudar a las comunidades del Chaco

Cuando la necesidad real del prójimo se presenta ante los ojos de una persona, nace una imagen difícil de olvidar.
Quizás la falta de ideas para revertir la pobreza en la que se encuentran sumergidas comunidades que habitan el país y la quietud para la puesta en marcha de acciones concretas que reviertan esta realidad, es una característica de muchos.
Sin embargo, existen personas particulares, que sin pertenecer al Estado –responsable directo en esta temática– ni a ninguna entidad social, toman a su cargo el desafío de ayudar a quienes más lo necesitan.
Laura Noguera vive desde que nació en Villa Gdor. Gálvez, pero parte de su familia vive en Ruta 3 Campo Winter, provincia de Chaco, una zona carente de agua potable y energía eléctrica.
Desde hace 7 años viaja en el mes de julio a visitar a sus seres queridos. Laura cuenta que este año fue especial porque vieron que, con el trascurso del tiempo, ninguna mejora es posible. La palabra progreso directamente no existe, ni allí ni en las comunidades cercanas.
No hay energía eléctrica ni agua potable. Para poder acceder al agua, tanto niños como ancianos deben caminar 13 cuadras para cargar los recipientes y llevarlos a pie hasta sus casas. Ésta es sólo para beberla. Para bañarse y lavar la ropa deben sacarla de una laguna, que en este momento se secó por la sequía que reina en la zona.
Además el agua es indispensable para construir sus chozas, ya que están hechas de barro y paja.
Otra característica de los habitantes es que la mayoría de ellos –por no arriesgar a decir que la «totalidad»– padecen el mal de Chagas. Y por si esto fuera poco, hay muchas personas discapacitadas por falta de la nutrición necesaria para el desarrollo normal del organismo.
Algunos meses del año viven de lo que siembran, pero la mayor parte del año los invade la sequía y nada queda en pié.
Otra problemática es la ubicación de la escuela: está a 15 km. de la comunidad, lo que equivale a dos horas de caminata de ida y dos más de vuelta.
A raíz de todas estas profundas necesidades, Laura comenzó a juntar ropa, calzado, colchones, libros, juguetes, chapas y alimentos no perecederos. Para ello pide la ayuda de todos aquellos que puedan colaborar.
Además, se necesita bicicletas para que los chicos puedan agilizar su traslado a la escuela.
Otro de los objetivos es conseguir los caños para extender la red de agua potable hasta la comunidad. En caso que algún empresario quiera colaborar, también puede comunicarse.
Para obtener información y sumarse a esta cruzada, comunicarse con el 5184934 / 153863637.

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